Tipos y función de las cajas de cambio

Cajas de cambio: ¿Para qué sirven y qué tipos hay?

La gran mayoría de quienes estamos cerca o por encima de los 30 años hemos aprendido a manejar en un auto con caja mecánica.  Hoy, por el contrario, prácticamente ninguno maneja un auto con caja mecánica diariamente.

Antes de poder ahondar más el tema de los tipos de cajas de cambio que existen, y las ventajas y desventajas principales de ellas, primero debemos resolver ciertas dudas importantes a continuación.

¿Qué son las cajas de cambio?

La caja de cambios, o caja de velocidades, es un elemento mecánico clave dentro del sistema de transmisión de cualquier vehículo. La función principal de una caja de cambios es transmitir el par motor óptimo a las ruedas del vehículo para que estas puedan avanzar sin problemas, independientemente de las circunstancias en las que se encuentre dicho automóvil (subiendo o bajando una pendiente, moviéndose por terreno plano, etc.). En otras palabras, este componente permite regular el par motor a los requerimientos de fuerza y velocidad del vehículo en un momento dado.

¿Por qué son importantes las cajas de cambio?

La importancia de la caja de cambio radica en que esta permite que el motor cuente con la fuerza suficiente para que el vehículo pueda subir pendientes sin hacer un esfuerzo extraordinario o para que descienda por pendientes a bajas revoluciones. Es decir, la caja de cambios resulta vital para conseguir un desempeño eficiente del motor.

¿Qué tipos de cajas de cambio existen?

Con el paso de los años hemos visto como las transmisiones mecánicas han ido cediendo paso a las automáticas y luego a las automatizadas, primero como alternativa a ellas y finalmente reemplazándolas por completo. De esta forma, han llegado a existir modelos que ya no se fabrican con transmisión mecánica, e incluso marcas que ya no producen ningún auto con esta.

Como en todo par de alternativas, cada una tiene sus propios pros y contras para su elección. Sin embargo, existen ciertos beneficios en cada alternativa. Es claro que una transmisión automática tiene un mayor nivel de confort en el manejo, mientras que la mecánica tradicionalmente da una mayor eficiencia en el consumo de combustible al poder mantener el motor a bajo régimen de giro.

Sin embargo, como dijimos previamente, es cada vez más común ver modelos de autos que no se fabrican con transmisiones mecánicas, o incluso notar que estas han desaparecido por completo en algunas marcas. Esto no tendría lógica si tenemos en cuenta que supuestamente las transmisiones automáticas son menos eficientes que las mecánicas, pero con los años la tecnología de estas ha avanzado mucho.  Este desarrollo tecnológico viene de las carreras de autos, como casi todos los grandes avances que se dan en performance para los autos.

Uno de estos tipos de transmisiones es la caja de doble embrague, desarrollada en los años 80 para ser usada específicamente en la competición. En la actualidad se encuentra en una gran variedad de marcas y modelos, tanto deportivos como autos de pasajeros y SUVs. Este tipo de transmisión combina dos trenes de engranajes, cada uno con un embrague (de ahí el nombre) que es operado automáticamente por una unidad de control. Así, la operación al conducir puede ser como operar una transmisión automática, teniendo los beneficios de mejor economía de combustible y agilidad de una caja mecánica.

En la actualidad muchas marcas ofrecen esta transmisión junto con la transmisión mecánica como alternativas en sus modelos y, al comparar las cifras de consumo de combustible (aceleración de 0 a 100 kms/h y gramos de dióxido de carbono emitidos por kilómetro), es fácil notar que las cifras de los autos con transmisión de doble embrague son iguales o incluso mejores que las de los autos que equipan transmisiones mecánicas. Por ello podemos notar que, en los autos de alta competencia, la transmisión mecánica ha quedado descartada por completo.

Queda claro que las transmisiones mecánicas poco a poco irán desapareciendo o quedarán reducidas a un nicho, donde estamos algunos nostálgicos que aún disfrutamos manejar usando las dos manos y los dos pies; pese a que esto signifique sacrificar confort y, en algunos casos, prestaciones. Pero finalmente, la diversión de manejar es lo que cuenta ¿o no?

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